Palabras
claves: Mantenimiento, mantenibilidad, confiabilidad, funcionalidad.
Siguiendo con las entregas relacionadas con la gestión del
mantenimiento, en esta oportunidad se hablará sobre la estrecha relación entre
mantenibilidad, confiabilidad eficiencia
y funcionalidad.
La eficiencia la podemos definir como la capacidad que tiene un sistema,
proceso o equipo de generar un resultado en un tiempo en determinado, y se
considera un indicador cuantitativo.
Por su parte, la confiabilidad se puede definir como la
probabilidad de que un equipo funcione satisfactoriamente dentro de los límites
de desempeño establecidos, en una determinada etapa de su vida útil y para un
tiempo de operación estipulado teniendo como condición que el equipo se utilice
según el fin para el que fue diseñado.
En otras palabras la confiabilidad es la
probabilidad de que un equipo en específico trabajo bajo una condiciones
determinadas, sin que se genere una salida forzada del equipo (para inesperado
a causa imputable al mismo equipo).
Se censa por medio de la tasa de fallas y su
probabilidad de ocurrencia en un tiempo determinado.
La mantenibilidad la podemos definir como la característica inherente de
un elemento, asociada a la capacidad de ser recuperado para el servicio cuando
se realiza la tarea de mantenimiento necesaria según se requiera en el equipo o
se tenga planificado realizar.
También se relaciona con la rapidez con la cual los fallos o el
funcionamiento defectuoso en los equipos son diagnosticados y corregidos, o la
conservación programada es ejecutada con éxito.
La mantenibilidad no es solo una sensación, del usuario de un equipo
dentro de un proceso determinado, al saber cuánto durará dicho equipo en el
tiempo sin necesidad de ser intervenido y/o sufrir alteración alguna. O simplemente saber si se conseguirán los
repuestos o si se tendrá el servicio técnico especializado a mano.
Es una relación más compleja que eso, es
una función de variables que interactúan; incluye el diseño y configuración del
equipo y su instalación, la accesibilidad de partes y la adecuación de mano de
obra que en el interviene (instalación, conservación y operación).
Se toma como la relación entre la tasa de conservación de un equipo o sistema determinado y el tiempo promedio de conservación del
mismo (tomado según el registro histórico).
Estos conceptos poseen una relación muy estrecha, y es de suma
importancia manejarlos para poder llevar una adecuada gestión del
mantenimiento.
Es necesario que el buen gerente lleve al día estos indicadores para
poder saber el comportamiento actual de los equipos asociados a sus procesos,
pueda con esto tomar decisiones relacionadas con la eficiencia actual de los
equipos para saber si es necesario pararlos para ser intervenidos.
También para poder decidir, por
medio del conocimiento de la mantenibilidad del equipo, si es necesario la repotenciación o cambio del
equipo, o hasta tal vez el cambio completo de tecnología y fabricante,
evaluando los factores internos y externos que intervienen en cada uno de esos
procesos. Como pueden ser que ya el fabricante del equipo ya no posea
representación en el país, que no existan repuestos, o simplemente que una
tecnología en especifico ya no satisfaga el proceso.
Y la confiabilidad de los equipos le permite al gerente poder estimar la
necesidad de un mantenimiento, además de que hay sistemas que son de suma
importancia y que su confiablidad debe ser muy alta, por ejemplo los sistemas
de apoyo de un quirófano. Por tanto, este indicador ayuda a la gerencia a tomar
decisiones desde el momento del diseño del sistema, para definir la redundancia
de sistemas y equipos, como también para evaluar procesos existentes, para
saber cuándo es necesario la intervención en el mismo para incrementar la
confiabilidad del mismo.
Ing. Carlos Alberto
Díaz
carlosdiaz141282@yahoo.com
@ingcarlosadiaz